La Función del Mal según la Cábala (Gikatilla, Sabán, Laitman y Jung)

Todo lo que existe cumple una función. Todo aquello que ha sido creado tiene un propósito. La Cábala rompe las simplistas creencias del bien y el mal, o la luz y la oscuridad, como fuerzas opositoras, y encuentra un sentido profundo.

el mal desde la cábala

Isaías XLV-7 y el Libro de Job

Los cabalistas rescatan de Isaías XLV-7 “Que hago la paz y creo el mal”, como una de las citas de las escrituras que refieren a que absolutamente todo fue concebido por el Creador. Si el mal ha sido creado, cumple una función y no es una fuerza antagónica de Dios, ni la ausencia de Él. Además, como referencia que apoya esta idea, en el libro de Job, Satán pide permiso a Dios para poner a prueba la lealtad de Job en cada evento trágico que se relata, dejando ver la “jerarquía” entre Dios y Satán.

Respuesta a Job de Carl G. Jung

Carl G. Jung en su libro Respuesta a Job revela las contradicciones de Dios y su inconsciencia que lo hace amoral. Un Dios dotado de una sombra que eventualmente aflora con toda su furia. Un Dios que alberga en sí mismo el bien y el mal. No obstante, hace una interpretación en donde no solo el hombre comprende que dentro de él hay una sombra, sino que Dios mismo también lo descubre y se hace consciente de ello a través del ser humano. Job comprende este conflicto interno de Dios y sigue siendo leal a Él, precisamente por este entendimiento. Aunque no encuentra sentido a lo que le ocurre, sabe que todo ello tiene un propósito divino.

Jung comprende que el hombre, al ser consciente de la dualidad que posee Dios, no solo alcanza un grado de razonamiento superior, sino que logra un entendimiento de la divinidad. Entonces, Job aumenta su consciencia y accede a otro nivel dimensional, aparentemente lejos de la trampa de la dualidad.

Rescatamos este ensayo de Jung debido a que pone en juego el elemento de la ignorancia y la inconsciencia, y cómo a través de ir más allá de estos condicionamientos se revela el propósito mayor que plantea también Sabán en su libro “Las estrategias de satán”.

Las Estrategias de Satán de Mario Sabán

El cabalista contemporáneo, Mario Sabán, nos dice que el mal es cosmogónico, es decir, presente antes y más allá del ser humano. Lo sitúa como una fuerza primordial que cumplirá la función de señalar al hombre los aspectos a corregir de sí mismo y de su entorno.

En el libro “Las Estrategias de Satán”, realiza un análisis completo y profundo que ahonda en el funcionamiento de esta fuerza, que trasciende de opositora del bien a integradora a la totalidad.

En uno de sus capítulos realiza un análisis sobre el libro de Job, llegando a la insólita conclusión de que ese Dios no es el Creador de la Totalidad, sino el Dios de la Merkabá: el Dios de nuestra dimensión, en clara referencia de que es relativo a nuestro nivel de consciencia y nuestra limitada percepción. Aún así, es también una manifestación de Dios como cada aspecto de nuestro mundo, y es necesario atravesar sus reglas, aceptar el yugo divino, coincidiendo con Jung que decía que el problema de los seres humanos era que no queríamos sufrir ni siquiera un poco y que estábamos dispuestos a enredar más las cosas por evitar esa cuota de sufrimiento.

En este análisis de Sabán, deja claro que la función del mal es movilizar al hombre para activar sus motores de trascendencia. El ser humano sufre por ignorar el plan divino y debe de esforzarse para encontrar el sentido a lo que lo acongoja. Debe cuestionarse y salir de la simple resignación para alcanzar otro nivel de consciencia. Debe cuestionar a Dios.

El Secreto de la Serpiente de Iosef Gikatilla

El cabalista medieval Iosef Gikatilla (alumno de Abraham Abulafia y compañero de Moisés de León), diseccionó este tema en su libro Sod HaNajash (el secreto de la serpiente). Nos da puntos clave que pueden ayudarnos a entender el funcionamiento del mal, tomando en cuenta que la serpiente es la representación del mal en las escrituras. A través de este manuscrito, nos señala que la serpiente tiene la misión original de rectificar el mundo.

Los cabalistas encuentran una relación entre serpiente y mesías (principio y fin del exilio). Ambos cumplen una función rectificadora del alma humana y del mundo.

Gikatilla nos da una serie de lecciones que sirven como pista para seguir comprendiendo la función y el funcionamiento del mal, que a continuación veremos.

El mal es energía erróneamente ubicada o fuera de su sitio

Iosef Gikatilla, en su libro El Secreto de la Serpiente nos dice: Has de saber que toda obra de Dios, cuando están en su lugar, cada uno en el mismo lugar que han preparado y puesto para su creación, es buena. Y en otra parte de su manuscrito: Y no hay impureza en la que no haya un lado puro, además del muro exterior. El bien y el mal viene de la misma fuente. El mal es energía erróneamente ubicada o fuera de su sitio.

Toda energía cuando está en su lugar funciona correctamente y el problema del ser humano es que, en su inconsciencia permeada por cargas ancestrales y dinámicas psicoemocionales, la desordena y tiene el reto de percatarse de ello para ubicarla en el lugar correcto, no obstante, sigue siendo la misma energía.

Es bien sabido que la gran mayoría de los actos malos u oscuros surgen de una motivación positiva. De ese precepto antiguo se basa la programación neurolingüística. Como ejemplo, el ratero sale a robar, pero con su botín alimentará a su familia. Entonces, esa energía está mal empleada y fuera de sitio, y es necesario ordenar la acción y no la motivación.

El Árbol de la Vida (Etz Jaím)

La cábala nos enseña el funcionamiento de las energías del universo y nos ayuda a ubicar nuestras zonas de ajuste a través del Etz Jaím (el árbol de la vida), que explica las emanaciones divinas y ejemplifica el alejamiento de la luz en las Sefirot inferiores y los grados de revelación de la Luz de Dios (Or Ein Sof) a través del árbol. Así ha sido diseñado el universo y esto cumple una función. Kéter es la Sefirá más cercana a la luz de Dios y Maljut es la más alejada. Estudiar este sistema de las emanaciones de Dios, nos ayuda a comprender la naturaleza de las experiencias negativas y el propósito de éstas, pues el Ser humano está facultado para ir “ascendiendo” a través del árbol e ir experimentando con mayor consciencia la luz de Dios.

Sujetos a la Dualidad en Nuestra Dimensión

Recordando que desde la dimensión de nuestro mundo (Maljut) estamos sujetos a la dualidad para practicar nuestro libre albedrío, y que tenemos la misión de trascender hacia lugares más elevados, debido a que hemos “comido el fruto del árbol del bien y del mal” o en términos cabalistas “el árbol del conocimiento”, los seres humanos estamos facultados para ir más allá de la oscuridad y la luz, del bien y el mal, integrando estos aparentes opuestos. He aquí el hombre es como uno de nosotros sabiendo el bien y el mal. Génesis III-22. Tenemos la libertad de entrar y salir de estos estadios (luz y oscuridad), como lo dice Gikatilla. Es por eso que la serpiente también necesita al hombre para su propia trascendencia.

La Ignorancia es también el Mal

La oscuridad y el mal señalan qué partes son las que debemos iluminar. El mal y el sufrimiento tienen de común denominador a la ignorancia. En cada una de las experiencias difíciles que vivimos que podemos interpretar como oscuras o de naturaleza maligna, hay una lección que aprendemos y al salir de esta circunstancia, somos más conscientes y sabios.

Los seres humanos estamos condicionados a percibir como malo muchas cosas que ignoramos. Sufrimos cuando los hechos de nuestra vida aparentan no tener sentido, simplemente porque la velocidad de la experiencia del alma es mucho mayor que la experiencia de la carne.

La cábala en todo momento nos recuerda que todo lo que pasa es para nuestro bien y todo viene del Creador. Hemos venido a aprender a confiar. Hemos venido a desarrollar nuestra Emunáh (confianza-fe). El mal ayuda a este proceso.

Tikún: La Corrección del Hombre y del Mundo

La Creación no es la finalización de la cosa, sino el hacer. De Rabbí Iosef Gikatilla, Sod HaNajash (el secreto de la serpiente). Para los cabalistas la creación no es un asunto concluido, sino un continuo que constantemente se está rehaciendo (pie de página de Sod HaNajash edición en español de editorial Obelisco.

El ser humano tiene la misión profunda de continuar esta creación, “corregir el rumbo” del mundo y del alma humana (Adam HaRishón).  El Tikún Olam y el Tikún Adam. El mal y la oscuridad son los que nos ayudarán a percatarnos de nuestras áreas que requieren revelar la luz del Creador.

Aceptar el Bien y el Mal es la Misión

El cabalista Michael Laitman en una de sus lecciones sobre el libro de Yehuda Ashlag, Shamati, nos menciona: Ha llegado el tiempo de que nosotros por fin entendamos y simplemente tallemos esto dentro de nosotros: Según el grado en que exista el mal, en esa misma medida hay bien, y según el grado en que haya bien, en esa misma medida hay mal. Debemos respetarlos y valorarlos a ambos, aceptarlos con gratitud y besar la vara que nos golpea y a aquellos que nos odian. Solo debemos saber cómo equilibrar nuestros estados y anhelar siempre una dirección de mayor equilibrio, la conexión con el Creador.

Y continúa haciendo mención de la forma en que los cabalistas lo asumen y viven:  la vida de los cabalistas es aceptar el mal, así como el bien, como un componente obligatorio, y se relacionan con ambos como algo que proviene del Creador. Y nosotros sólo tenemos que equilibrarlos para que tanto el bien como el mal sean completamente equivalentes para nosotros.

Jung por su parte insiste a lo largo de su obra, que debemos hacer consciente lo inconsciente. Revelar la Sombra para trabajarla y comprender que en la sombra no solo se ubica lo negativo de nosotros, sino también potencialidades que podemos sacar a la luz.

Conclusión

El mal y la oscuridad son parte de la creación. Son medios para llegar a revelar al Creador en nuestro mundo. Un gran número de lecciones profundas que nos revelan algo que no conocíamos de nosotros y nos hace confiar, primero se experimentan como oscuridad o mal.

Desarrollar la confianza en el Creador y en el proceso de la vida, nos ahorrará sufrimiento, pues el hecho de grabar en nuestro ser que todo lo que pasa es para nuestro bien y viene del Creador, nos ayudará a encontrar motivación en los retos y pulir nuestro entendimiento.

Nota. – Como cierre, me permito hacer énfasis en que la cábala también enseña a que no todo lo que debemos aprender y revelar tiene que pasar por procesos duros y oscuros. Los cabalistas en todo momento trabajan en hacer consciente su propia sombra, como lo menciona Jung. Tener claros nuestros demonios y no esperar a que ellos nos activen.

Lee nuestra entrada sobre las Únicas Dos Fuerzas:

1 comentario en “La Función del Mal según la Cábala (Gikatilla, Sabán, Laitman y Jung)”

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